Bajar kilómetros de cascadas es inolvidable por naturaleza
Las Azores son un archipiélago situado en la dorsal centro-oceánica de origen volcánico y están constituidos por nueve islas, de las cuales tres presentan excelentes condiciones para la práctica del barranquismo:
San Miguel, San Jorge y Flores. En estas tres islas la oferta de itinerarios de gran belleza es abundante, pero cada una tiene sus particularidades.
La isla de Flores es la que tiene una mayor diversidad en los barrancos, desde grandes verticales a recorridos sencillos.
San Jorge se caracteriza esencialmente por las grandes verticales. Están identificados también sitios de gran interés en las islas de Santa María y Faial.
Esta modalidad al aire libre presenta cierto nivel de exigencia técnica ya que incluye maniobras de cuerda, marcha, escalada y progresión en el medio acuático. Las secciones de barranquismo se clasifican en una escala de dificultad y requieren diferentes tipos de preparación. Al igual que ocurre con el buceo, existe un bautismo de barranquismo para los inexpertos en la materia. Los cursos de perfeccionamiento permiten el acceso a tramos más complejos. En condiciones normales, los distintos operadores de esta modalidad aportan el equipamiento necesario, que incluye casco y traje de neopreno, entre muchos otros elementos. Por motivos de seguridad, es recomendable practicar con guías y monitores acreditados, debido a la diversidad y demanda de las rutas existentes en el archipiélago.